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Por: Ricardo Quevedo
¡Qué viva la envidia! El show de Ricardo Quevedo, que pretende demostrar que todos en algún momento hemos experimentado este sentimiento. No vivimos tranquilos con lo que tenemos porque nos hace falta algo más, porque andamos comparando lo nuestro con lo que tienen los demás, porque basta con que algo no sea nuestro para desearlo. En secreto deseamos las cosas ajenas, ya sea la mujer del prójimo, el sueldo del vecino, la casa del jefe, los viajes de los amigos, el éxito de los compañeros, etc. Este sentimiento que nos lleva a usar esa famosa frase de “me alegra mucho por ti” aunque por dentro nos estamos muriendo de envidia.
Vivimos a la defensiva y eso nos vuelve poco solidarios, en este show Ricardo Quevedo usa su característico y malhumorado humor como un arma de construcción masiva, para reírnos de nuestros errores y aceptar nuestra condición de envidiosos, el primer paso para dejar de sentir envidia es aceptarla. Por eso el nombre del show ¡Qué viva la envidia! Porque la vida está llena de cosas bonitas que le pasan a los demás.
Exaltar la fortaleza e inteligencia de la mujer con relación a la debilidad y torpeza del hombre, en los últimos tiempos se ha convertido en un lugar común snob. Una manera de parecer "cool" sin necesidad de ser inteligente.
Sin embargo, es cierto: en una época donde la fuerza bruta no tiene la importancia que se tuvo en la edad media, por ejemplo, el ser
humano masculino ostenta debilidades y defectos, que, vistos con humor inteligente y culto pueden resultar enormemente divertidos.Eso es HOMBRES. Un trabajo de pequeño formato y de enorme interés idiomático, y desde luego, actoral.Una actuación voluntariamente sofisticada.
Por: Primo Rojas